martes, 22 de noviembre de 2011

MICRORRELATO - Fracción de Segundo

Esta vez les dejo una versión del microrrelato que publiqué la semana pasada, "Álgida Piel", que tiene que ver con el amor. Ese amor que mueve montañas y es capaz de entregar la vida por él. Espero que lo disfruten...


Fracción de Segundo

A veces el amor resulta inesperado. La mujer que amas te deja por otro; te encuentra a ti con otra; e incluso puede que la relación resulta ser un fracaso. Esta vez fui yo el culpable. Destrocé su paciente y alocado corazón. Se lo saqué del pecho para siempre, estrujándoselo lentamente en una agónica espera que no tiene fin. Ella nunca me olvidará, lo sé. Su desgarrado corazón late en un frasco de cristal, pálido por el desahucio. Pero repito, soy yo el culpable, siempre lo soy. Aquella noche insistió que no condujera en el estado de embriaguez en el que me encontraba, y yo, complaciente de las quejas fundamentadas de mi amada, engendré sus palabras esbozando una sonrisa derrotada. Besé sus labios suavemente. Humectándoselos con mi cálida saliva. Le eché el cabello por detrás y bajé del coche. Bajé del coche pensando en llegar a casa y poseerla, amarla como ella acostumbra que lo haga. A lo mejor, si no acataba sus suplicas ahora estaríamos juntos. Suelo sensibilizarme en este estado de lo que estoy acostumbrado a sentirme cuando me abstengo al alcohol. Bajé del coche y la vi. Vi la muerte al volante de un camión totalmente descontrolado y derrapando por el frenazo, haciéndolo deslizar por el asfalto mojado de rocío. Me volví hacia ella que intentaba sacarse el cinturón de seguridad. La vi forcejear para liberarse de las garras que le apresaban. Vi su rostro desfigurado por el pánico. Sus agónicos gritos acallados por el chirrido de las ruedas y el rugir del motor, los convertían en gestos mudos. Vi sus lágrimas correr por sus sonrojadas mejillas. La vi alejarse de mí hasta que mi cuerpo arrollado tocó el asfalto y todo acabo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

MICRORRELATO - Álgida Piel

Álgida Piel

A veces el amor resulta inesperado. Un día das vuelta a la esquina y te la encuentras. La atracción es mutua. Nos seguimos sin saberlo; muy de cerca, percibiendo nuestros olores; al límite de su fría piel. Ella entra en un bar y yo la sigo. Compartimos las primeras copas, palabras tímidas llenas de pudor que se escapan entre risas inocentes, pero el alcohol nos anima. Nace un romance en el que ella se arranca el corazón del pecho y me lo entrega. Uno, dos latidos; ya está muerta.

jueves, 10 de noviembre de 2011

MICRORRELATO - Para Ella

El Microrrelato, un pequeño género en cuanto a cantidad de caracteres y tan grande por el contenido e impacto que puede generar en tan pocas líneas. Les dejo el último que escribí. Espero vuestras criticas!!!

Para ella

Ella está sola en su habitación. Callada, austera, inmersa en su burbuja emocional. Llena de rencor, la envidia le carcome. Los chicos de su edad juegan en la calle, se dicen cosas al oído y ríen. Ella permanece inmóvil, recostada en su cama mientras los observa por la ventana. Solo mueve la cabeza de lado y cierra los ojos. No quiere verlos, pero los oye, es inevitable. Alguien se acerca a su ventana y apoya la frente al cristal para poder verla. Es su mejor amiga Julieta. Ella le sonríe y después le aparta la vista, está ofendida. Su ex novio está ahora con ella, cosas que pasan. Cuando vuelve a mirar Julieta se ha marchado.

En eso entra su madre, le reclina la cama y se sienta junto a ella.

-Hoy no saldremos Carolina- le dice- pronostican lluvia. Pero si lo prefieres podemos pintar.

La madre, de mirada cansada, le acerca el lienzo, le coloca un cojín a la espalda y le acerca el pincel que Carolina con sutileza logró dominar con su boca.